Presbicia: ¿Usar gafas o mejor cirugía?
El paciente decide. La presbicia o vista cansada es una disfunción del cristalino (lente del ojo que nos permite enfocar objetos cercanos mediante la acomodación). Aparece a partir de los 40 años y consiste en la pérdida gradual de esta capacidad de acomodación que va progresando hasta aproximadamente los 60 años que es cuando se estabiliza.
Al igual que el resto del cuerpo, el ojo está en constante desarrollo. Conforme nos vamos haciendo mayores, el ojo y las diferentes partes que lo componen, comienzan a perder sus propiedades dando como consecuencia, la pérdida de calidad en la visión. Una de las características de la visión que se ve afectada, es la acomodación, o capacidad de ver correctamente a diferentes distancias.
Uno de los primeros indicios de la vista cansada o presbicia, es la visión borrosa a distancias cercanas, necesitando alejar los objetos (celulares, periódico u otros) para poder verlos con claridad.
Los síntomas no aparecen de un día para otro, pero son cada vez más evidentes y molestos. La necesidad de tener cada vez más luz para leer, necesidad de alejar los objetos para poderlos ver claramente, cansancio ocular con las tareas que requieran visión cercana como lectura o costura, el encogimiento de los párpados (cuando se entrecierran los ojos para ver a través de una apertura pequeña) para enfocar mejor, son señales claras de la aparición de presbicia.
Para corregirla, es necesario el uso de gafas, lentes de contacto o la realización de cirugía con láser o cirugía con lentes intraoculares, con la tecnología y los profesionales ideales para realizar este tipo de tratamientos, los resultados son muy atractivos.
La mayoría de los pacientes con presbicia son buenos candidatos para un tratamiento quirúrgico, pero antes de decidir realizarse la cirugía, deben hacerse los exámenes previos necesarios para confirmar si son buenos candidatos.
Hay múltiples razones que influyen en la decisión de cuándo y por qué operarse. Desde pacientes que no pueden permitirse depender de unas gafas para ver de cerca por su actividad profesional (pilotos, militares, marinos, etc...) hasta pacientes que no quieren usar gafas de presbicia por razones estéticas o simplemente quieren disfrutar de una vida sin gafas.
Cada persona es diferente y sus motivaciones son diferentes. Por eso en el caso de la presbicia, es el paciente quien decide cuando quiere operarse o si prefiere usar gafas. Para tomar una mejor decisión debe conocer e informarse.
Tenga en cuenta:
- La visión es necesaria para el desarrollo de la mayoría de las actividades. Una buena corrección ya sea con gafas, lentes de contacto o cirugía, es fundamental para lograr una buena calidad de vida.
- Cualquiera que sea la opción seleccionada, debe hacerse de la mejor manera y en sitios especializados para lograr la comodidad esperada, incluso si son gafas.
- Cuando el manejo sea con gafas progresivas, se debe entender que son dispositivos de un costo considerable para cualquier presupuesto. Su adaptación debe ser en un sitio especializado, con el fin de lograr el resultado esperado.
- La cirugía es un procedimiento con efectos para toda la vida, realícelo con profesionales capacitados y siga los tratamientos indicados.
- No es necesario esperar a que la presbicia se estabilice, los doctores podrían calcular cual es el valor máximo a corregir o el necesario para el resto de la vida.